sábado, 9 de julio de 2016

Alojzije Stepinac - 1941 a 1945


Durante la Segunda Guerra Mundial, después de la ocupación alemana de Yugoslavia, se establece el Estado Independiente de Croacia, dependiente de las potencias del Eje. 
Stepinac, en esos tiempos, no se ata a ningún partido o movimiento político. Consistente con su patriotismo y, sobre todo, fiel a su vida pastoral , con toda confianza y arrojo condena públicamente la persecución racial, ideológica y política .


En sus apariciones públicas y en tantos escritos, audazmente exige el respeto a toda persona, sin distinción de raza, etnia, religión, género y edad. Fiel al Evangelio. Sin descanso condena los crímenes contra la humanidad y todas las demás injusticias. Inmediatamente después de la aprobación de las leyes racistas, ya en abril de 1941, inicia una fuerte protesta a las autoridades. Salvaba a los perseguidos, sean judíos, serbios, gitanos, eslovenos, polacos y croatas comunistas.

Cuando las autoridades croatas ordenan que los judíos estén identificados con un brazalete amarillo, Stepinac escribe una carta de protesta, fechada el 23 de mayo de 1941, al ministro del Interior, Andrija Artukovic, en la que dice: "Vemos que a la gente de una nacionalidad diversa le es negada cualquier posibilidad de defenderse, vemos que es obligada a llevar ese signo odioso: es una ofensa a la humanidad y a la moral. ¿Tenemos derecho a cometer este asesinato contra la persona humana?"

El traslado de las reliquias de San Blas en Dubrovnik,  3 de febrero en 1941.

Ya en los primeros meses del establecimiento del estado croata interviene inmediatamente y dice: "De acuerdo a la moral católica matar a un rehén por culpas que otros han cometido." 
Con mayor fuerza condenó el racismo en la homilía que pronunció en la catedral de Zagreb el 25 de octubre de 1942, fiesta de Cristo Rey: "Todos sin distinción alguna, ya sea de raza gitana, o cualquier otra, negros o europeos civilizados, judíos despreciados o arrogantes arios, tienen el mismo derecho de decir: “Padre Nuestro, que estás en los Cielos”. Y si Dios les dio el mismo derecho a todos, ¿qué poder humano puede negarlo?"

Cuando el Gobierno de Pavelic ordenó la conversión forzosa de los ortodoxos, la Iglesia católica protestó; pero, al saberse que los no católicos corrían peligro de muerte, la jerarquía católica croata, guiada por Stepinac, se encontró frente al dilema. Por una parte, la ley canónica permitía el paso de un ortodoxo al catolicismo sólo en el caso de que se realizara con plena conciencia y libertad; por otra parte, miles de serbios llamaban a las puertas de la Iglesia católica para salvarse de la matanza nazi. Alojzije Stepinac consultó a Roma y decidió acoger a los ortodoxos serbios con el objetivo de salvarles la vida, dejándoles en libertad para regresar a la ortodoxia, cuando la amenaza desapareciera. Esta decisión es la que se recoge en un mensaje confidencial a sus sacerdotes: "Cuando judíos y ortodoxos amenazados de muerte vayan a vosotros para convertirse al catolicismo, aceptadlos, pues así podréis salvar vidas humanas. No les exijáis instrucción religiosa alguna; los ortodoxos son cristianos como nosotros, mientras que la religión judía comparte raíces con la católica. La misión de los cristianos es salvar vidas. Cuando acaben estos tiempos de locura y brutalidad, los que quieran quedarse en nuestra Iglesia pueden hacerlo, mientras el resto puede volver a la suya una vez pasado el peligro."

A el se le acercaban los pobres y los refugiados. Durante la guerra, acogió a los sacerdotes eslovenos perseguidos por los nazis; dio asilo a 80 huérfanos judíos, a los que visitaban asiduamente; facilitó cobijo a unas 7.000 personas, en su inmensa mayoría, familiares de partisanos; realizó 24 intervenciones oficiales ante Pavelic o sus ministros en favor de los serbios ortodoxos y comunistas, y 11 en favor de los hebreos; escribió 298 cartas en defensa de los ciudadanos de otras razas y otras religiones. Se calcula que salvó personalmente al 10% de los judíos de Zagreb, a casi todos enviándolos al extranjero. Cuando fue destruida la sinagoga de la capital croata, fue de las pocas personalidades que se atrevió a protestar públicamente, afirmando que la casa de Dios, sea de la fe que sea, es sagrada. Escondió y protegió a miles de niños polacos e hijos de partisanos serbios.


Su fama de opositor de Pavelic fue tal, que los mismos partisanos citaban pasajes de sus homilías; sobre todo, aquellos en que denunciaban las matanzas y represiones. En julio de 1943, la BBC y la Voz de América afirmaban que el principal prelado de Croacia ha hablado contra las autoridades. El ministro de propaganda pidió la detención de Stepinac porque sus sermones circulaban ilegalmente. El general alemán Glaise von Herstenau llegó a afirmar que si un obispo hablara así en Alemania, no bajaría vivo del púlpito. Al tener noticias de los campos de concentración, Stepinac escribe una carta a Ante Pavelic, fechada el 6 de marzo de 1943, en la que manifiesta su protesta. Entre otras cosas dice: "Os pido también en nombre de la humanidad, que nuestro pueblo ha respetado siempre, que no consintáis que ningún ciudadano de nuestro Estado sufra injustamente. Hay muchos inocentes en los campos de concentración, que no merecen castigo. Hambre, enfermedades y durezas de todo tipo causan la muerte de tantos de estos desafortunados. Los pecados contra la ley natural, cometidos en nombre de la nación y del Estado, se volverán contra el Estado y contra el pueblo."

Oración para la canonización del Beato Alojzije (Luis) Stepinac
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Proximamente: Stepinac durante la ex Yugoeslavia

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